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Las rinoplastias suelen realizarse para corregir problemas estructurales de la nariz que dificultan la respiración nasal. Un problema frecuente es la desviación del tabique. El tabique es la pared que separa las fosas nasales. Si está torcido, hace que uno de los conductos nasales sea excesivamente pequeño. En casos graves, un tabique desviado puede obstruir por completo el conducto nasal. Un tabique desviado también puede provocar frecuentes infecciones sinusales y/o hemorragias nasales.
La rinoplastia puede ayudar a tratar la sinusitis crónica o inflamación de los senos paranasales. Cuando los senos se obstruyen y se llenan de líquido, atraen bacterias y se infectan. Si el paciente padece sinusitis crónica o ésta reaparece, el cirujano comprobará si existen problemas estructurales en la nariz o los senos paranasales.