E
ElanForge
@ElanForge
Siempre fui una persona de ritmo rápido, de listas, metas y resultados. Estaba tan ocupado haciendo cosas que me olvidé de algo esencial: sentir. Fue gracias a un proceso de coaching personalizado que empecé a escucharme más allá del ruido.
No fue algo inmediato ni cómodo. Al principio me costaba bajar el ritmo y hablar de lo que realmente me pasaba. Pero sesión tras sesión, entendí que vivir no es solo producir. Que el bienestar viene de alinear lo que hacemos con lo que sentimos.
Ahora sigo trabajando en mí, pero desde otro lugar. Con más pausas, más silencio, más honestidad. Y, sobre todo, con menos culpa por no tenerlo todo resuelto. Descubrí que no se trata de ser perfecto, sino de ser real. Y eso, para mí, ya es un gran cambio.